La superposición de dos cajas conforma la vivienda, las cuales descabalgan entre sí generando un juego de luz y sombras, potenciado por la apertura de huecos en sus forjados. Estas se apoyan sobre un basamento de piedra que se adapta a la fuerte pendiente.
La estructura se muestra en sus fachadas, entrando en la vivienda mediante los forjados. La planta baja se prolonga generando un espacio de estar exterior que se colmata con la piscina, la cual se funde con el horizonte.
La frialdad que transmite la materialidad de sus muros, se pone en contradicción con la calidez de su interior debido a la presencia de la madera en grandes superficies.